De aquí a un tiempo, llevo observando a mucha gente que se ha sumado a la moda cada vez más creciente de meditar, en todas sus expresiones, aunque quizá la que más comercializada está sea el mindfulness. Así como el apuntarse a clases de yoga, lo cual parece que cada vez hay más gente haciéndolo. Toda meditación, todo ejercicio, por lo general, es bueno. Pero sí que he observado que muchas de estas personas, que practican la meditación o el yoga, están desquiciadas. Por lo que llevo bastante tiempo reflexionando sobre ello.
Estas personas probablemente estarían más desquiciadas sin esas pequeñas dosis de conciencia. Pero al mismo tiempo, lo que nos aleja de la paz es el alejarnos de la realidad, y la realidad no es complicada en absoluto, la realidad es mucho más sencilla que una clase yoga o una hora de meditación. La realidad no cuesta dinero, y la realidad no se practica una hora al día, la realidad se vive.
Decía Alan Watts, que la diferencia entre la filosofía occidental y la oriental, depende del punto de vista. En occidente utilizamos la visión directa para enfocar un objeto (una idea) y analizarla concienzudamente hasta hallar todas las respuestas. En cambio, la filosofía oriental consiste en la información que nos entra por el rabillo del ojo. La información que entra por el rabillo del ojo, a la cual no prestamos atención, es la realidad. La información a la que prestamos atención es nuestra interpretación de la realidad.
Marcarse un objetivo de meditar X tiempo al día, de hacer ejercicios de yoga un día a la semana, etc. Es una interpretación occidental de la realidad. Es la excusa de saber que no vives en la realidad, y pensamos que es un parche que compensa todo lo que va mal en nuestras vidas. Es lo que viene siendo en el cristianismo, la confesión. Confiesas tus pecados al párroco, te absuelve de tus pecados, y listo, así de sencillo. Puedes seguir pecando, que las confesiones son gratuitas e ilimitadas.
Hay muchas corrientes filosóficas, espirituales, culturales y sociales. Hay muchos profetas, muchos gurús y muchos elegidos. Y sabes qué, todos están en lo cierto, todos son los elegidos, yo no creo en falsos profetas, porque todos somos los gurús de nuestras vidas. No hay nadie, ni los más grandes profetas de la historia, que sean más sabios que tú mismo. Por supuesto, hay que descubrir como entender esa sabiduría, por lo que es importante empaparse de los pensamientos de otros profetas, de los métodos que han seguido y les han funcionado, pero al final del día has de escucharte a ti mismo, con humildad, y hacer lo que creas conveniente.
Por su puesto que meditar y hacer yoga es bueno y sano. Pero es importante, no tomarlo como definitivo, no creer lo que tu maestro dice, si no comprobarlo humildemente por ti mismo. Y lo más importante es vivir en la realidad, no parchearla. Parchear la realidad es una vida perdida. En cambio, usar esos parches al mismo tiempo que vives la realidad es algo muy productivo. Por lo que la meditación y el yoga son grandes métodos siempre que hagas por vivir en la realidad.
Imagino que te andarás preguntando a qué me refiero con vivir en la realidad. Sinceramente, como decía Alan Watts, la realidad entra por el rabillo del ojo, no hay que pensarla, no hay que comprenderla, simplemente hay que ser parte de ella. Cómo llegar a ser parte de la realidad depende de ti, escúchate con humildad y lo sabrás.
Me gustaría compartir contigo un fragmento de mi libro "Hombres de poca fe", donde explico cómo hago yo para vivir en la realidad. Si te soy sincero, a pesar de mi ego, y de mis numerosos defectos, que los tengo, este método me funciona, y experimento cada día como yo vivo en una tranquilidad y una paz bastante superior a la de cuantos me rodean. Pero no me creáis, experimentarlo vosotros mismos.
"La forma de activar la conciencia es algo que podemos poner en práctica cada segundo de nuestra vida, no necesitamos prepararnos o buscar la hora adecuada, siempre es un buen momento. Es ese estado de curiosidad de los niños, de maravillarse por todo, como me sucedía especialmente en mis viajes por América, o como el día en que descubrí el parque en todo su esplendor. Básicamente consiste en utilizar tus sentidos, en poner atención en todo lo que nos rodea y todo lo que sucede en nuestro interior pero sin identificarse con ello, no lo analices, vívelo. Dicho así suena muy complicado, pero es muy sencillo. Fija tu atención en una cosa, luego otra, y continúa. Enfoca con la mirada algún objeto, se consciente de que ese objeto está ahí. Siente el tacto de tu piel, siente la ropa que llevas puesta, siente la presión sobre tus pies a cada paso, siente los latidos de tu corazón. Se consciente de los cambios de temperatura en tu cuerpo. Embriágate del ambiente que te envuelve, intenta identificar los diferentes olores que hay a nuestro alrededor. Saborea cada comida, identifica los diferentes sabores. Y para mí, el sentido más cercano al alma, la audición. Escucha con atención el ambiente, diferencia los diferentes sonidos, intenta identificar de dónde vienen. Los pájaros, la gente que habla, la música, el tráfico, el viento, la lluvia. Escucha con atención tu cuerpo. Escucha tu respiración. Se consciente de que existes, sé consciente de donde estás y sé consciente de lo que estás haciendo".
Para acabar os dejo un vídeo de Alan Watts, donde explica esto mucho mejor que yo, aunque tampoco le creáis, experimentarlo vosotros mismos.
Bình luận