Hay películas que nunca me canso de ver, que siempre me levantan el ánimo, una y otra vez, y en cada visionado descubro algún nuevo mensaje positivo. La siguiente lista podría ser mucho más larga, pero aquí van algunas de mis favoritas y el por qué las recomiendo. Los títulos de las películas los pongo como yo los conozco en España, aunque es muy probable que si me lees desde américa latina, algunos de los títulos sean diferentes.
Mary Poppins (1964)
Me atrevería a decir que es la película que más veces he visto en mi vida. Mi padre nos la ponía muy a menudo de niños, y aunque me gustaba, me daba un poco de miedo. Disney suele tener algunas partes oscuras en todas sus películas. No obstante, y aunque de niño me alegraba y me resultaba simpática, viéndola ya de mayor, es cuando me doy cuenta de que es una película para adultos, no para niños. Los auténticos protagonistas de la historia son el matrimonio Banks, Mary Poppins no viene a cuidar a sus hijos, viene a despertar a los padres de la burbuja en la que viven. El padre, centrado completamente en su trabajo y su reputación, y la madre centrada completamente en su reivindicación feminista. Al final vemos, que la realidad, la felicidad y la estabilidad familiar, están por encima de todas nuestras creencias e ideologías.
Pequeña Miss Sunshine (2006)
Una de las películas más divertidas y entrañables que he visto en mi vida. Una familia completamente disfuncional, donde cada uno tiene un ego enorme, que solo le permite pensar en sí mismo, con la única excepción de Olive, la hija pequeña, por quien todos están dispuestos a sacrificar su orgullo y sus metas personales, por apoyar hasta las últimas consecuencias el sueño de la niña, ganar el concurso de belleza nacional. Un viaje en el que cada miembro de la familia descubrirá lo que es verdaderamente importante. Me quedo con el consejo que le da el abuelo a la niña cuando ésta teme fracasar en su intento de coronarse reina de la belleza: "Una persona fracasada es quien no lo intenta".
Atrapado en el tiempo (1993)
Para todas esas personas con depresión. Cuando alguien me pregunta cómo acabar con la ansiedad, con la desgana, con la desdicha; les recomiendo esta película. En la que un malhumorado y egoísta Bill Murray revive el mismo día una y otra vez. Es una fabula sobre en qué consiste la verdadera meditación: la autobservación. Buscando nuestra verdadera esencia y eliminando todos esos diablillos que nos controlan.
La familia Belier (2014)
Suele ser muy difícil para todo joven el independizarse, y más en estos tiempos. Saber cuándo has de seguir tu propia intuición, tomar la riendas de tu vida, y dejar atrás a aquellos que quieres. Y todavía resulta más complicado cuando esas personas te necesitan, ya sea emocionalmente, económicamente, o con cualquier otro tipo de dependencia. Es importante darse cuenta de que cada persona es responsable de su propia vida. Y aquellos que te necesitan, son los únicos responsables de su situación y su felicidad. Cada uno ha de seguir su destino, y siempre que pueda, y de corazón, ayudar a los otros. Y como dice la letra de la canción que canta la protagonista: "Mis queridos padres, me voy. Los quiero, pero me voy".
Big (1988)
Dicen que todos llevamos un pequeño niño en nuestro interior, y no me cabe duda. Y es esplendido sacarlo, sacar esa esencia pura, sin manipulaciones de la mente, sin preocupaciones, disfrutar cada detalle, cada momento. Pero al mismo tiempo hay que madurar, de forma inteligente, hay que aprender a manejarse por este mundo de locos, pero sin convertirse en uno, y para ello es necesario buscar ese equilibrio entre el niño interior y la persona adulta, y Big, es el mejor ejemplo de ello.
Un mar de líos (1987)
Una película con un mensaje muy similar al de Mary Poppins. Kurt Russell es un viudo, padre de una familia numerosa, y le resulta imposible gobernar a tanto crío él solo, por lo que la casa es un verdadero caos. Entonces, Goldie Hown, una pija millonaria, se cae de su yate perdiendo la memoria, siendo rescatada por Russell, quien ve la oportunidad de usarla para que la ayude en la casa. La engaña diciendo que ella es su esposa, y madre de esos niños. Como ella ha perdido la memoria, acepta la situación, pero de alguna forma le chirría la vida lamentable y caótica que tiene en esa casa, comparado con los destellos que le vienen de su vida millonaria. El mensaje de la película consiste en que el acumular cosas, acumular vienes, es algo que te deja vacío por dentro. En cambio, ser parte de una familia, querer y sentirte querido es lo que de verdad te llena por dentro.
12 Hombres sin piedad (1957)
No estaba muy seguro de meter esta película en la categoría de Feel Good movies, porque de entre todas la películas de la lista, ésta es la más seria. Pero cada vez que la veo me deja con un muy buen sabor de boca. Este clásico es una oda a la libertad, y no a la libertad que promulga la sociedad moderna, ya que la libertad varia según la moda. Ésta es una oda a la intuición, a seguir esa vocecita interior, ajena al pensamiento mayoritario. Cuando once miembros de un jurado están convencidos de condenar a un chico por asesinato, el duodécimo miembro del jurado, decide votar en contra. Esta película de Sidney Lumet, probablemente una de las mejores de la historia del cine, te engancha desde el primer minuto, y logra replantearte tus creencias y tu forma de pensar y razonar como nunca antes habías imaginado.
Forrest Gump (1994)
Una oda a la providencia. Forrest Gump ha sido una de mis películas favoritas desde siempre, la he visto decenas de veces pero hacía casi una década que no la veía, y el pasado verano tuve la oportunidad de verla de nuevo, y por primera vez en pantalla grande, en un cine de verano. Acabé la película llorando, de la emoción. Forrest desde niño, y de adulto, vive su vida completamente conectado con la realidad, conectado con la providencia, no tiene miedo a nada, hace lo que siente que tiene que hacer, y sabe que no le va a faltar de nada, sabe que todo lo que necesita va a estar ahí. Es la película que mejor refleja mi filosofía de vida. Hago lo que siento que tengo que hacer sin pensar en las consecuencias, sin pensar en si saldrá bien o mal. Y puedo decir, que a día de hoy, siempre que he necesitado algo, lo he conseguido. Y no me refiero a lo que quiero, lo cual es una ciencia más compleja. Pero lo que necesito siempre ha estado delante de mis narices.
Mi vecino Totoro (1988)
Si me refería a Big como un equilibro entre ser el niño anterior y la persona adulta, podría decir que12 hombres sin piedad es un fiel reflejo de una persona adulta, inteligentemente adulta. En cambio, Mi vecino Totoro, es un fiel reflejo de ese niño interior, de la belleza y la maravilla de nuestra esencia. En esta película no hay que sacar moralejas, hay que vivirla, disfrutarla. Esta película rebosa verdad, rebosa esa maravillosa realidad, esa felicidad. Y esa es la moraleja.
Qué bello es vivir (1946)
Las películas anteriores son odas a diferentes virtudes: a la familia, a la felicidad, al amor, a la esencia, a la intuición, a la providencia, a la verdad. Qué bello es vivir es una mezcla de todas esas virtudes. Cuando una persona toca fondo de todas las formas posibles, y logra encontrarse a sí mismo y levantarse, conectando con la magia de la vida, y descubriendo todas esas virtudes que hacen de nuestra existencia, un fenómeno maravilloso, eso es esta película. La más antigua de la lista, y probablemente la más actual, ya que refleja perfectamente la decadencia de esta artificial y mezquina sociedad.
Si no has visto alguna película de la lista, te las recomiendo de todo corazón. Y si las has visto, te animo a revisarlas, y ver qué mensajes positivos descubres.
¿Y para ti, cuáles son esas películas que te levantan el ánimo en los momentos difíciles?