La felicidad consiste en hacer caso a nuestro verdadero ser, a nuestra alma, y el alma vive en perfecta armonía con todo, es decir, en paz. La paz no es otra cosa que el orden adecuado para cada cosa en cada momento. Salirse de ese orden o del momento adecuado nos crea ansiedad, la cual nos lleva a la infelicidad.
Las personas de éxito, y no me refiero a multimillonarios, que también, sino a todas esas almas tranquilas, que viven felices, que se sienten realizadas. Todas esas personas respetan el orden adecuado y los tempos adecuados en sus vidas. Me da igual si hablamos de Steve Jobs, de Steven Spielberg, de un monje budista o de un pastor en los Andes. Todos, tienen un horario muy bien establecido cada día, para optimizar al máximo el tiempo y la energía de la que disponen. Y todos tienen las mismas 24 horas que tú para hacer lo que tienen que hacer. ¿Y qué es lo que tienes qué hacer? ¿Cómo organizar tu vida? Eso solo tú lo puedes saber, cada persona es un mundo. No es igual para el pastor de los Andes que para Spielberg. Pero por lo general, el organizar el ritmo de tus días surge de forma natural una vez que has entrenado la voluntad y la disciplina.
La voluntad y la disciplina se entrenan con esfuerzo, no es fácil. Pero como todo, con la practica se irá volviendo algo intuitivo. Lo necesario es cumplir cada día con lo que te exijas y no fallar ningún día. Puedes, eso sí, tener previsto un día de descanso, el cual respetarás. Si fallas tu plan un día, verás que la tentación de abandonar se agranda, pero has de hacer el esfuerzo por continuar. No necesitas hacer grandes cosas, solo pequeñas tareas diarias.
No intentes hacer todos los nuevos hábitos a la vez, ya que te parecerá imposible. Pero practica una cosa a diario, y al cabo del mes, que la tengas completamente integrada en tu vida, comienza a practicar otra. Al cabo del tiempo, cuando tengas bastante interiorizado una vida ordenada, tu mente intuirá cómo planificar tus días.
Puedes coger una libreta y dividir cada día en horas. Y hacer un planning semanal con todo lo que tienes que hacer. No dudes en darte muchas horas libres, para no hacer nada, para improvisar o para continuar con alguna actividad de tu planning que te motiva en ese momento. Es importantísimo tener tiempo libre, pero solo una vez que hemos cumplido con todo lo que tenemos que hacer, no antes, porque entonces nos arriesgamos a no hacer nada.
Solo tú sabrás como organizarte, pero te dejo algunas recomendaciones personales, tú puedes valorar cuántos minutos u horas dedicar a cada una.
-Levántate al menos una hora antes de cuando te levantas normalmente.
-Dedica tiempo a meditar/rezar/agradecer.
-Realiza un poco de ejercicio, ya sea yoga, estiramientos o salir a correr.
-Repasa rápidamente lo que tienes que hacer durante el día.
-Prepara un buen desayuno y tómatelo tranquilamente.
-Evita conectarte a internet por la mañana. Busca algún momento durante al día para conectarte, para responder emails, etc... Pero evita estar cada dos por tres conectado.
-Sal con tiempo al trabajo, no vayas corriendo y agobiado.
-Haz tu trabajo, sea cual sea, y hazlo bien, no te apresures por acabar.
-La pausa tómatela para ti, medita, lee, contempla.
-Al volver a casa, dedica todos los días tiempo a esos hobbys que te motivan y llenan. Ya sean artísticos, deportivos, científicos, etc... Sea lo que sea, ten previsto todos los días un tiempo para ello.
-Ten previsto un día o dos para burocracia. Y utiliza es tiempo para hacer todo eso que tienes que hacer y que te da pereza. Todos esos temas administrativos que detestamos, incluso puedes incluir el limpiar la casa o el hacer las compras. Así como reparar la puerta que chirría.
-Dedica un tiempo todos los días para leer.
-Dedica un tiempo para preparar la cena y cenar con tranquilidad.
-Dedica un tiempo para planificar el día siguiente tranquilamente.
-Y antes de dormir medita/reza/agradece.
Todos los días deja algunas horas libres, como decía antes, para no hacer nada, o para hacer lo que te apetezca, así no te sentirás tan cansado de seguir todos los días un plan. Cada cosa que propongo no tiene porque ser larga, es mejor leer o meditar 5 minutos al día, que lo vas a disfrutar, que intentar leer o meditar una hora, que al segundo día te vas a dar mucha pereza y lo vas a abandonar.
Lo importante es acostarse sabiendo cómo vas a organizar tu próximo día, y levantarte sabiendo lo qué tienes que hacer. Si te levantas sin saber cómo organizarte, te agobiarás por todo lo que tienes que hacer y acabarás sin hacer nada. Si te organizas bien verás como los días son mucho más largos y productivos de lo que parecen.
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